Reconstrucción de la vidriera de la Catedral de Colonia:
El vértigo es mal consejero cuando se trabaja a 43 metros de altura para el
acristalamiento de la torre norte de la Catedral de Colonia. Se requirió de la
instalación de ocho tracerías para restituir el carácter original de la torre
construida en 1871 y la ex biblioteca en el primer piso, un recinto arquitectónicamente
exquisito.
Los esbozos originales en colores para estos ocho ventanales se encontraban en
el archivo de la catedral. Se estima que fueron elaborados por el taller de arquitectura
catedralicia. Sin embargo, se encuentra documentada su ejecución en 1871/72 por
una empresa de Colonia. Las ventanas recibieron por entonces un acristalamiento
decorativo coloreado que se orientaba en los modelos que se observan en el portal
medieval de la catedral.
Las vidrieras de la torre norte fueron destruidos casi en su totalidad durante la
Segunda Guerra Mundial y fueron reemplazados por simples paneles de vidrio
transparente con divisiones rectangulares. Después de casi medio siglo estos
vidiros serán finalmente reemplazados por unos del estilo original.
Los preparativos para la reconstrucción de las vidrieras decorativas, destruidas
durante la guerra, fueron hechos por el taller de arquitectura catedralicia, la
realización de los trabajos fue llevada a cabo por nuestra empresa.
Para acercarnos al máximo a los originales, nos basamos para la elección de los
vidrios y los tonos, en los restos que aún se conservaban de los vidrios originales.
Finalmente, el vidrio tipo “catedral antiguo” resultó ser el indicado, dado que la
estructura de su superficie fue la de mayor similitud con el original. En lo que se
refiere a los colores, en mayor parte hubo concordancia con los colores standard
disponibles, salvo algunas excepciones en las que se han mezclado tonos especiales
según la muestra original para permitir una fiel reconstrucción de las vidrieras con
los intensivos colores del neogótico.
Cada tracería con su arco gótico llega a medir 16 metros de altura, 5,20 metros
de ancho y se compone de 52 paneles emplomados, cada uno de 74 x 96 cm.
Un panel consta (dependiendo del diseño) de entre 250 y 300 vidrios.
La Catedral de Colonia recuperó así parte de su arquitectura del siglo 19 destruida
durante la guerra. A la vez que la “nueva antigua” sala de la torre norte documenta
en qué medida se logra recuperar lo histórico gracias a un acertado trabajo artesanal.
